Para ver las imagenes, pinchar en el cartel

 

Fin de semana de cortas salidas vesperas, si el sábado fue una salida almuerzo con los amigos de la Asociación Vespa Club Vila-real, el domingo nos desplazamos hasta Requena para pasar el día con el Vespa Club Requena, se quedo a las 9´00 horas en el monumento dedicado a la vendimia, mañana fresquita que fue cambiando según pasaba esta y con la increíble ruta (de las que me gustan a mi) del águila hasta Cofrentes en la comarca del Valle de Ayora, para dar buena cuenta del almuerzo en el Balneario Hervideros. Como curiosidad, y dicho como si fuera una metáfora que algunos no entenderán dicha con todo el respeto... desde épocas antiguas, la astronomía ha sido una forma no solo de conocer de dónde venimos, sino también en ocasiones donde vamos, a pesar de que los planetas no se alinean, muchos de ellos suelen estar en la misma región en algunos momentos, esto ocurrió el domingo y que me resulto gratamente estimulante y alentador, la vespa y su mundo debe ser un vinculo de unión. Dicho esto, y con los estómagos llenos llegamos hasta Casas del Río, aldea del municipio de Requena en la comarca de Requena-Utiel para disfrutar de un precioso entorno junto al río Cabriel y la noria de riego, la cual está considerada como el último sistema de riego con estas características que se mantiene en la Comunitat Valenciana. Llegamos a Requena e hicimos el recorrido por callejuelas inverosímiles en la que la piedra es la protagonista del paisaje, donde las paredes parecen arroparte de los rayos de sol que se filtran furtivamente en callejones guardados por dragones imaginarios, la calle de la cárcel posee la leyenda del fantasma de la villa, es una calleja donde hasta hace poco tiempo se mantenía la antigua cárcel de la Villa, y donde vivía el verdugo, cerca, la casa del Corregidor, una de las casas más importantes de Requena, por su doble portada de sillería. Paniagua, Santa María, Casares o Somera fueron algunas de las calles por las que disfrutamos circulando con nuestras Vespas. Luego, directos a la comida con sus fotos, sus risas y sus anécdotas.

Y no podía cerrar este tocho de letras encontradas sin dar las gracias y la enhorabuena a todos los componentes del Vespa Club Requena por hacernos participe de su trabajo, por hacernos sentir como en casa, y por su puesto por ese regalo en botellas de vino que nos ofrecisteis.
 
En casa sin novedad
 
Ser felices
 
Manuel Martin (MAMU_56)

Formulario de acceso