o por que un simple y torpe dedo se interpuso entre mi querer contaros y mi mala destreza en aporrear este pobre y sufrido teclado de una forma mas o menos coherente y normal, cosa que  cada vez dudo mas a la vista de mis resultados intentado poner letra tras letra, para que vosotros mis amigos podáis entender lo que os quiero decir, así que  vamos a ver  si podéis entender lo que os quiero contar, es tan solo una mas de mis aventuras de vivir con una vespa, una mas, de mis sensaciones mas allá del sentir de sentidos encontrados en carreteras olvidadas, tal vez al mirar de montañas y montes como parcelas de vida mas haya de sentimientos deseosos de tener emociones que recorran mi cuerpo como un enjambre  de mil mariposas en mi corazón restaurado.

 

 

 

 

 

He querido que el titulo de esta crónica sea el jardín de mis dudas, titulo de un Bloc (que os recomiendo)de una buena amiga mía, ¡¡por que con este titulo he vuelto a sentir la necesidad de volver a contaros¡¡, el modo para expresar mi viaje después de habérseme borrado el anterior, tenia dudas de no saber hacerlo de nuevo, tuve dudas una vez me di el “resbalón” en el trayecto de este evento como era Penitentes de volver a montar en mi vespa como suelo hacerlo, y vosotros que me veis de manera tal vez en ocasiones irresponsablemente, y tal vez en otras como  insensato, alocado, imprudente, intrépido, inconsciente… os aseguro, que no lo soy,…. tal vez impulsivo, ...esta seria la palabra ……IMPULSIVO….soy persona que me dejo llevar  por mis impresiones he impulsos, por mis sensaciones o acciones en las que parece que carezco de sensatez y cordura en muchísimas ocasiones, ¡¡¡lo se¡¡¡ aunque nunca en demasía para parecer un loco, aunque no me importa el serlo a ojos de los demás, por eso tal vez siento esas vibraciones que el tiempo es diferente al estar consumiendo kilómetro  tras kilómetro abrazado a mi vespa, y no digo sentado, por que yo siento ese abrazo con ella,  tal vez por eso prefiero ver cosas que se alejen de la realidad cotidiana, tal vez en esa tierra de seres mágicos, donde mis sentidos y mi persona son uno multiplicado por millones de vivencias, .... Así me siento, feliz por hacer lo que siempre soñé, tal vez por eso hablo vehementemente de mi pasión de vespa, de sentir la sensación de volar bajito.

 

 

 

Y volando bajito comencé mi viaje a Zaragoza, a esta Ruta de los Penitentes, que seria la primera vez que hacia y que no termine, pero eso os lo contare mas tarde.
Salí de casa con el coche y la madrileña subida en el carro por recomendación de mi hijo, (una vez más) por suerte es mucho más coherente y lógico que yo, le hice caso, el tiempo era perfecto, la carretera sin demasiado trafico pasaba con rapidez, y pronto nos adentramos en la A-23 dirección Segorbe/Teruel/Zaragoza, la llamada autovía Mudéjar, dejamos Segorbe a nuestra derecha con su rica huerta de naranjos, nísperos, cerezas y albaricoques en su valle de la comarca del alto Palencia, continuamos y pasamos Teruel y divisamos a lo lejos su  catedral Mudejar, una de los dos únicas que hay en España, la otra creo recordar que esta en Tarazona (Zaragoza). Llevo ya aproximadamente dos horas de viaje y pensando en la primera parada cuándo veo un cartel anunciador de la laguna de Gallocanta, no la conocía y había visto creo mil veces ese cartel, así que como tenia tiempo, decidí salir en la salida 180 que conecta la autovía con dichas lagunas, ¡¡¡o¡¡¡ eso creía yo, por que cerca no están, os lo aseguro, se accede desde la A-211 entre Daroca  y Molina de Aragón, y pasado Santed se coge un desvío a la izquierda y a 4 Km. está el pueblo, vale la pena ver la laguna de Gallocanta por que es un humedal único en España de agua salada, con riqueza biológica y su capacidad para albergar gran cantidad de aves, se convierte en un punto estratégico para las grandes concentraciones de grullas que emigran en invierno hacia latitudes más cálidas, el entorno que veo a mi alrededor es tremendamente bucólico  con campos de labor en tonos  verdes por el trigo y la cebada  en plena floración, los grandes juncos bordean el camino que cojo para ir a la ermita situada en un pequeño altozano a unos dos kilómetros de la población es de tierra y tiene enormes baches con ingente cantidad de agua y barro producto de la lluvia de la noche anterior, el carro acusa el vaivén del terreno y la madrileña parece quejarse , ya en la ermita de la Virgen del Buen Acuerdo la vista sobre la Laguna y todo su entorno es privilegiada, pues se puede contemplar en todo su esplendor, fotos de rigor, y para Daroca, un conjunto fortificado del siglo XIII que mantiene sus dos puertas, Daroca fue una ciudad autónoma, con fuero propio y voto en Cortes privilegios que se acabaron a comienzos del siglo XVIII, cuando abrazó la causa del archiduque Carlos en contra de Felipe V. Ganó el Borbón, y sus tropas saquearon la ciudad.

Yo también la saquee, tenia hambre y entre en una tasca típica en la calle principal a ver que  se podía comer, os aseguro que una comida digna de las mejores mesas, deliciosa, y el lugar magnífico, lastima que no me acompañara nadie para esta fiesta del comer que cada vez que salgo le regalo al cuerpo, solo os digo que me pusieron un queso que era toda una delicatessen, ¡¡por Dios¡¡ como podía estar tan bueno, y del vinillo no os digo nada, que me entra la risa tonta.
Quedaban pocos kilómetros para Zaragoza, apenas una hora, y el camino con el estomago lleno se hace mas placentero, dejamos atrás Cariñeña  y Belchite… y como una persona en su bloc, describe este pueblo.. el mejor monumento erigido a la barbaridad de una guerra. Pasear un atardecer por el Belchite en ruinas es sentir en la espalda todavía el estruendo de las granadas y de los gritos de dolor. Uno se gira y observa la fugacidad de un soldado, sin distinción de banderas.
Particularmente nunca he querido verlo, y he pasado tan cerca con mi vespa que casi podía oír el ruido del andar de sus fantasmagórico recuerdo en penumbras incomprendidas de otros tiempos, creo que los recuerdos mejor dejarlos en sus cajones de amor y con candados de quereres mas haya del tiempo, donde los adioses siempre son sin razones, y las razones rozan el alma del recuerdo mudo, del recuerdo querido en tiempos pretéritos que no quisiéramos retener mas haya del dolor de recordar.

Dejamos atrás recuerdos y nos adentramos en Cuarte de Huerva, apenas 4 kilómetros de Zaragoza, busco el hotel y casi sin tiempo para abrir la escasa maleta que llevo, y bajar la madrileña del carro, ya esta aquí Ana Eva para recogerme he ir a la sede del Club Motor Monrepós, para recoger acreditaciones, ver el ambiente y las “maquinas”  no si antes dar una vuelta por la capital maña, cenamos junto a otros amigos y compañeros de ruta, como comprenderéis solo se habla de la salida de mañana, los veteranos cuentan sus anécdotas, los novatos como yo, escuchamos con los mil sentidos puestos en como hacer lo que ellos ya cuentan como si fuera normal, sabéis que tengo algunos kilómetros hecho en mis vespas, pero os aseguro que tengo los nervios del que no ha hecho ni uno, solo quiero terminar de cenar y marcharme al hotel a “dormir”, eso es mas difícil esta noche pero se intentara, por que a las cuatro y media suena el reloj y no hace falta que suene dos veces cuando pego el salto de la cama como si me hubiesen pinchado el trasero, entro en la ducha como un corredor de fondo, me ducho a la velocidad del rayo, y yo mismo me digo….manolitoooo, respira, miro por la ventana y veo que el cielo esta raso..¡¡¡bien¡¡, entro en la pequeña mochila, la ropa preparada para este día, sobretodo la de agua, por si acaso en pirineos hace falta, repaso una y mil veces el libro de ruta que nos facilito la organización y a las cinco y cuarto bajo a la calle y veo al amigo Iñigo (vespuña) con la vespa tirada en el suelo y cambiando una rueda, empezamos temprano con las dificultades pienso, pero no pasa nada, se pone la de recambio y listo para el ataque, la de repuesto esta mal de narices, así que le dejo una que siempre llevo en el remolque para casos especiales, se la pone y después de hacerse los cien metros lisos empujándola (se nota que es vasco por que en vez de empujar parecía que la llevaba debajo el brazo, esta fuerte el bicho) para quitar el ahogamiento que tenia la pobrecita, listos para salir se presentan Ana Eva y Rafael, a por nosotros, son las 5¨45 de la mañana y nos dirigimos al hotel de almuerzo y salida.
El desayuno/almuerzo es soberano, fuerte, incluso diría yo que demasiado copioso como para montar en vespa, pero teníamos por delante muchos kilómetros, las caras de todos y todas los presentes notaban la temprana hora, pero también la ilusión por hacer kilómetros en pos de un ideal, la moto

Son las 6´ 15 de la mañana, y seremos los primeros en salir, las únicas cuatro vespas con marchas que hay entre 531 motos, la mañana perfecta , la ilusión intacta, el respirar acelerado en los primeros metros, es Ana Eva la que se pone de guía de grupo en cabeza, empieza con una velocidad alta, para todos los kilómetros que nos quedan, detrás de ella Rafa, yo e Iñigo, no tardan las demás motos grandes en darnos alcance Ana Eva se pica hasta con las 1000 RR, nos lleva a una velocidad endiablada por lo que decido ponerme delante del grupo con su permiso y nos ponemos a velocidad de crucero entre 80 y 90 kilómetros hora, mas relajados los kilómetros pasan y antes de llegar a Huesca repostamos, seguimos por  la N-330 hasta Huesca para coger la travesía de Villanueva de Gallego, Zuera y Almudevar, pueblos preciosos con una vegetación y ríos como solo en el norte hay, no me quiero extender mas la ruta ¡¡por cierto ¡¡ preciosa, tenemos el primer control de paso en Lagarta (puerto de serrablo 1289 m) y bajamos a Ainsa que tiene un castillo en lo alto de una colina en mitad del pueblo, y donde dice la tradición, que era un lugar donde se reunían habitualmente las brujas para realizar sus brujerías y encantamientos con sapos, setas y otros ingredientes, se untaban las axilas y la entrepierna, y a lomos de ramas de boj, emprendían sus vuelos. Desde allí ellas volaban a las cimas de los demás montes de la región, seguramente tan deprisa quise salir de este precioso pueblo que diez kilómetros después di con mis huesos en el suelo, cuando mas relajado iba encima de la madrileña, viendo el paisaje tan espectacular del entorno.

 

 

No me voy a  extender en el golpe que me di, simplemente diré que fue un garrafal despiste por mi  parte (otro mas), y en la carretera un error como este siempre se paga, en mi caso, con la madrileña destrozada, pero sobre todo con mi orgullo y mis ilusiones de completar mi primer Penitentes por los suelos, y le doy gracias a Dios por que a mi no me paso ni un mísero rasguño, lo siento también por mis amigos que se quedaron casi peor que yo, por verme como superman por los aires de Huesca, ellos pudieron seguir el recorrido una vez comprobado que estaba todo en su sitio, yo me quede esperando la grúa que me devolvería a  Zaragoza antes de lo previsto, no me quejo…en esta vida todo lo que sucede, sucede por alguna poderosa razón, y yo soy feliz de poder contaros estos trozos de mi vida, con la ilusión y el deseo de un cantor que lo hace a la vida, por que la vida toda ella es un canto a la esperanza de la vida misma, me gustaría que sintierais mi relato en forma de canto a la vida………..a mi vida, en vespa.

En casa sin novedad.

Ser felices

Manuel M  (MAMU_56)

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