Tendría que haber escrito la crónica de la última etapa ayer pero se termino " pronto" y ya empalme los últimos kilómetros de la vuelta con los 680 para irme a casa, así que ya casi de madrugada llegamos con las baterías cargadas de mil sensaciones y empapados de la extrema y dura. En esta última etapa estuve acompañado del amigo José Luis que a las 7´45 horas estaba como un clavo en el hotel de Almendralejo, después de haber rodado unos cuantos kilómetros antes para recorrer la última etapa y disfrutar de la tierra, y a fe que lo hicimos, todo un placer rodar nuestra tierra con un paisano tan buena gente como él y excelente rodador, recorrer la comarca de los barros y sus pueblecitos blancos, y si encima nos pasamos por Miajadas para tomar un café con Adolfo siempre dispuesto para coger su vespa y charlar un ratillo de motos y cachivaches, miel sobre hojuelas que diría el otro, se hizo corto el ratito, y nosotros continuamos hasta Trujillo para comer y charlar ya despacio y sentados a la mesa, me encanto y pase una mañana perfecta rodando a su lado, se hizo corta la sobremesa porque José Luis tenía que llegar a casa y un servidor, cargar la Madrileña en Alcollarin y salir chapescando para Castellón.
El resumen final lo dejaremos para cuando descanse, aunque las baterías están en verde a Dios gracias.
En casa sin novedad
Ser felices.
Manuel Martin (MAMU_56)