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Mi segunda vuelta a Córdoba con un grupo tan anárquico que es el de los camaleones disfrazados de tiburones (anagrama de su parche, el de tiburón  jejej) difícil explicaros como se puede hacer una vuelta como esta, y con la que te sientes tan agusto como si estuvieras en un tío vivo sin cinturón atado a la cintura y dando vueltas a mil por hora y que todas coincidan en un mismo punto equidistante , dicen que la anarquía es a la vez un repertorio de prácticas, que proponen una sociedad basada en el apoyo mutuo, la libertad y la igualdad económica, y yo diría también que es en el hacer una cosa bien a sabiendas que saldrá mejor de lo siempre planificado, diría  como la ley de Murphy  pero todo lo contario.
 Que os puedo explicar de esta mi segunda vuelta a esta provincia que no os dije en la anterior, el recorrido fue distinto pero con la similitud que también hubo agua aunque se pudo transitar con alegría, no por mucha agua es mal día, que diría el otro, tuvimos tres tramos increíbles dentro de estos 638 kilómetros de curvas y paisajes que no envidian en nada a las montañas del norte de España, el primero de ellos fue Hornachuelos-Fuente Ovejuna, entramos por la sierra de Hornachuelos al oeste de la provincia de Córdoba, precioso el entorno con carretera estrecha y bien cuidada, me gusto mucho el segundo tramo des del alto de Españares, Cardeña, Villa del Rio, por la A-3151 sin discusión el tramo más bonito y exigente del recorrido aderezado con un poquito de agua se hacía  con el botón de  "Pitlane Motor" controlando  lo más posible lo espectacular del recorrido y lo resbaladizas que podían ser algunas curvas; el tercero más corto pero muy bello, Las Angosturas vía de acceso a Priego de Córdoba, dicen que es una delicia tortuosa, que se adentra en uno de los paisajes más espectaculares de la provincia de Córdoba, doy fe de ello.  El río Salado, a su paso entre Sierra Leones y las laderas occidentales de la sierra de los Judíos, muy cerca de Priego, ha excavado un desfiladero conocido como Las Angosturas, una estrecha garganta con escarpes rocosos, paso natural que aprovecha la carretera A-333, aquí empezó  a llover otra vez lo que realzaba mucho más las increíbles vistas, un poquito más adelante repostamos por última vez y algunos miembros del grupo se despidieron de nosotros porque estaban a pocos kilómetros de Cabra su pueblo, los restantes pusimos rumbo hacia la capital cordobesa, quisiera hacer un inciso y contaros que desde aquí la ley de  Murphy que antes os nombraba se cebo en mi vespita la Cordobesa, después de a medio camino perder el silencioso (ni me pare a recogerlo) pinche, lo que hacía años que no me sucedía, pero si todo va regular espera que ira peor, y así fue, en un bache de estos que los grandes arquitectos han puesto en casi todas las calles porta baúl que  ya llevaba una reparación en el camino termino por romperse totalmente, aquí ya me  subió la bilirrubina, era ¡¡increíble¡¡, en mi vida tuve tantos contratiempos en tan pocos kilómetros.
Pero siempre en este mundo hay personas buenas y como creo que Dios puso un poquito de su parte para que se rompiese  la pieza frente a la casa de esta buena persona que soldó como pudo el soporte, desde estas letras quisiera dar mil gracias a Antonio porque con su impagable ayuda se pudo llegar al final de esta  VI Vuelta a Córdoba.
También quisiera dar las gracias  por invitarme otro año más al Vespa club Córdoba, gracias a  Jose Miguel, Francisco, Nando, José Antonio, Carlos, Joaquín,  Juan Carlo y al incombustible amigo Meca, componentes de esta vuelta que me facilitaron  no fuera  otra vuelta  más, y gracias significativas y especiales a Marian y las crías por  cuidar y tratar a Isabelita como una más de la familia mientras nosotros trillábamos la provincia con nuestras Vespas.
En casa sin novedad 
Ser felices
Manuel Martin  (MAMU_56)

 

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