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Mañanita de lluvia que se disipaba como vapor en caldero mientras Pedro y un servidor hacíamos los primeros kilómetros hacia Jaraguas para recibir a los paisanos Extremeños del Vespa Club Tierra de Barros en su 7º Ruta nacional, esta vez por tierras de la Comunitat Valenciana.
 Antes del encuentro como no podía ser menos nos divertimos como siempre haciendo el cóctel perfecto de curvas y fotos, por supuesto no falto el almorsaret esta vez en la piscina de Altura donde nos pusieron un bocata importante para los sentidos.
Desde allí por el Santuario de la Cueva Santa, hasta la glorieta de Santa Barbará en  Alcublas (para obligada) en la avioneta para las fotos, esta avioneta es como un anuncio, o un preludio, del proyecto que viene esgrimiendo Alcublas para contar con un aeródromo que se construiría en el llano que hay entre esa misma carretera, unos pocos kilómetros más adelante, y la masía de Dueñas, por esa razón los aficionados a la aviación han adquirido tal compromiso con Alcublas que no dudaron en donar al pueblo esta pequeña aeronave que se jubiló tras muchos años de prácticas de enseñanza. Y la colocaron ahí, como monumento peculiar,.
 Después de contaros esta anécdota real como la vida misma, nos fuimos directos al circuito de Cheste para dar fe con las fotos que las Vespas también ruedan cerca del trazado dedicado al gran Ricardo Tormo.
 Buñol lo pasamos rápido porque el tiempo se nos echaba encima y teníamos que comer las autenticas y  ricas viandas como la carne empanada, los huevos rellenos y las croquetas extremeñas riquísimas con sabores a mi mami, que en Jaraguas ya nos tenían preparadas los paisanos y amigos de la Extrema y dura, saludos de rigor y alegría por su puesto, me encanta estar con mis paisanos de tierras de conquistadores y de las extremas y duras, de mis tierras y de mis ancestros.
Terminados el comer y el beber, nos fuimos  a repostar, tomar café y de ahí a Vespacenter del amigo Alfonso, él y el Pive nos tenían preparada una bienvenida con un picoteo que (la verdad) me sorprendió y me gusto esa una faceta de anfitrion de Alfonsito que no conocía jejeje, estaban allí también miembros del Vespa Lambretta Valencia esperando a los componentes de la Extrema y dura para llevarlos al hotel de Valencia.
Pedro y un servidor se despidieron del personal y pusimos rumbo a casita, el regreso perfecto, y si empezamos con agua, terminamos sin mojarnos, pero si con las vistas de lo que haría poquitos momentos fue todo un diluvio por las señales irrefutable que habían dentro y fuera de la carretera y algunas gotas que nos deleitaban con su presencia siempre refrescante.
Una salida más que me sirvió como entrenamiento para la gran ilusión de Cabo Norte que ya mismo la salida es inminente si Dios y el destino quiere.
En casa sin novedad
Manuel Martin  (MAMU_56)

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