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El sábado, después de más de un mes sin poder coger la vespa por estar en el dique seco por una pequeña pero dolorosa operación sin más, (el hacerse viejo tiene estas cosas), con alegría y buen humor con las primeras luces del fresquito pero bendito día, estaba  Iván ya en la puerta de la fabrica de los sueños con su T5 preparado con cigarro en mano y listo para dar una pequeña pero gratificante vuelta por los contornos de Parque Cultural del Maestrazgo al noreste de la comarca de Gúdar-Javalambre, en la provincia de Teruel, almorzar en Puertomingalvo  que se encuentra a 1.456 metros de altura, su historia se remonta a tiempos de los íberos, pintoresco lugar donde el castillo juega un importante papel. El pueblo, tiene estrechas calles repletas de edificios de arquitectura popular, donde su máximo exponente es su ayuntamiento del siglo XIV.
El lugar tiene un gran encanto y el paseo por sus calles es una suerte para los sentidos,  continuamos  después y enlazamos con la comarca del Alcalatén, ya en la provincia de Castellón, tomar un cafelito en Vistabella del Maestrazgo, (no estaba el amigo Hector, se quedo sin cafe) en la provincia de Castellón y bajar el Coll del Vidre  con sus 1245 metros con tímido pero alegre sol, estaba disfrutando de la compañía y los kilómetros así que cuando vi el cruce para Chodos no lo dude, cogí la pequeña y tortuosa carreterita que nos llevaría hasta la población pregunte a Ivan si se atrevía a subir a la ermita de San Cistobal  que preside desde las alturas  de la población de Chodos, pues aunque hace tiempo cimentaron un poquito de camino hacia la cumbre,  el restante y mas difícil tendríamos que hacer un poquito de choto cabras, con curvas estrechas, mucha piedra suelta y algún que otro reguero(mi mundo resumido en alegría) el, con la vitalidad e inconsciencia que da la juventud dijo que adelante, y como Calderón de la barca dijo:
 Con diez cañones por banda
Viento en popa a toda vela
No corta el mar si no vuela
Un velero bergantín
Bajel pirata que llaman
Por su bravura el temido
En todo el mar conocido
Del uno al otro confín.
Las vespa y sus pilotos se comportaron cual piratas de kilómetros y aventuras en un paisaje de montes y nubes con arrojo y sin amilanamientos, mirando el infinito cielo que según se acedia parecía que pronto se acariciaría con dedos de tranquilidad infinita, la blanca ermita en silencio y en la soledad del picacho donde se encuentra nos recibió con un viento de susurros como arrullos a oídos ávidos de sentir el abrazo de sus ancestros moradores, de murmullos en olas de vientos con brisas en la superficie de nuestras almas.
Si la subida fue "digamos" con alegrías, la bajada con el terreno que antes os explique fue un poquito más...digamos,  complicada pero sin más sobresaltos de los esperados, y alguna que otra risa.
Pasamos por el centro de Chodos, uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad Valenciana y nos dirigimos hacia Adzaneta, Useras, Costur, Alcora y San Juan de Moro, pocos, pero intensos los kilómetros.
Gracias a Ivan por acompañarme esta mañana de sensaciones, por el almuerzo y por ser valiente jejej, no todos suben por ese camino con una t5.
En casa sin novedad.
Ser felices
Manuel Martín (MAMU_56)

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