Primera salida para vitaminar cuerpo y alma con kilómetros por delante y ver caminos nuevos con ilusiones nuevas, después de tanto tiempo sin poder respirar olores que dan vida y que cambian enormemente de un lugar a otro en segundos, casi sin darte cuenta, la vida perdió mucho de su sabor en estos tres meses encerrados entre paredes y recuerdos de mil carreteras, mil curvas que no pudimos recorrer.
Este viaje era una promesa, un deseo, una señal, pero sobretodo una esperanza al ofrecimiento del amor que se debe a una madre haya donde este.

 

En casa sin novedad

Ser felices.-

Manuel Martin (MAMU_56)

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