Pero empecemos por el principio, era viernes, y con Isabelita ya recogida de su casa en Alaquas, nos adentramos en la siempre larga y aburrida autopista 
 A-3, hasta el desvió de la A-43 que nos llevara hasta Ciudad Real, si una es aburrida, la otra ya es para poner el piloto automático "Isabelita" y echarse a dormir, (cosa que hago muy a menudo),180 kilómetros que se hacen una eternidad sin una sola curva como Dios manda  que echarse a la boca, hasta el desvió para coger la N-430 y poner rumbo a Alcolea de Calatraba y Piedrabuena, ya en la Comarca de Calatraba, ahora si empieza el viaje como a mí me gusta, entre  curvas y arboles, entre ríos y  vientos, voy en el coche y con el carro no puedo correr mucho, por eso vamos desgranando los kilómetros con la lluvia que nos acompaña desde Ciudad Real, a veces más que lluvia era diluvio,  a mi me gusta la lluvia con la vespa, siento como me golpea con firmeza cuando voy con la madrileña y me atrapa entre olores, es como cuando huele las páginas de un libro nuevo, el olor a chimeneas de pueblos en ningún lugar, el aroma a pan recién horneado, el olor a tierra mojada, o café recién hecho...por eso bajo el cristal y como sabueso perdiguero levanto la nariz para percibir esos olores que me hacen sentir, necesito esas sensaciones más allá del respirar ... nos vamos adentrando poco a poco al sur de los montes de Toledo, Puebla de Don Rodrigo nos recibe en un enclave de media montaña y con el rio Tierteafuera, en plena cuenca sindical del Guadiana enmarcada y partida parcialmente por los arroyos Grande y Chico, estos se ven con agua cristalina por el aguacero caído y sus márgenes repletos de sauces, arraclanes y brezos abrazando sus orillas.
Poco a poco nos vamos acercando al pantano de García de Sola  o Puerto Peña este embalse está situado en el recinto municipal de Talarrubias y sus aguas provienen del río Guadiana, increíblemente grande, incluso tiene la Playa de Puerto Peña, playa artificial pero que tiene todo lo necesario para disfrutar como si estuvieras en el Mediterráneo, ¡eso sí,¡ el agua no es salada.
Ya estamos en la Extrema y dura, y los genes se revuelven dentro de mí como si quisieran mimetizarse con el paisaje que se levanta delante nuestro... “Señoras, señores, falta un minuto para que dé comienzo la representación…”. Las luces se atenúan y tú te preparas para disfrutar de la función… ¡me suena esta escena¡ Porque  la he vivido muchas veces... el escenario se sitúa frente a nosotros en un plano elevado, como si de un teatro se tratase y saliéramos por detrás de las bambalinas, y  el telón rojo se levantase, suena la música de viento y de percusión de mil hojas al sol y nos sumergirnos en una obra de naturaleza salvaje y real,  los decorados cambian según avanzamos, ahora verde añil, ahora verde mar, el bosque de la Extrema y dura todos los años debe resistir el desafío de un enemigo duro y persistente, la sequía de esos veranos, como si fueran un acto más de esa obra que nos deleita con pasajes más lejos que el mismísimo infinito.
Y nos adentramos cada vez mas como si de ropa escénica nos cambiáramos en unos camerinos hechos de canchos y jara, de trozos de esa sierra del puerto donde toda vía crecen flores en su permanente altar... ya la divisamos  a lo lejos como reina durante siglos de este teatro real. 
Y por fin bajamos la cuesta de la mina, y vemos a Alcollarin delante nuestro, ¡mi pueblo¡ siempre que lo veo desde esta posición me entra un hormigueó en el estomago, los recuerdos se agolpan, y es como si quisiera arrancar un suspiro a alguien que ya no está.
 Y mañana serán los clásicos... con los coches y motos de otros tiempos para estos tiempos, con la vuelta hasta conquista de la Sierra, con aperitivo en el genuino y especial Bar el Parador, con las migas, el chorizo, la panceta y este año como novedad (acertada por cierto) con huevo, el vinillo que no falte y la cerveza para el exigente cervecero, se darán premios y regalos por doquier ,estarán Luismi, Andrés, Manolo ....como maestros de ceremonia y Ezequiel con su música, e Isidro con ojos de halcón mirando desde mil lugares la obra de ese teatro  que todo un año costo de montar.
Enhorabuena otro año conseguisteis lo esperado, felicidades por trabajar en la soledad de los días para que este sea especial. 
Felicidades a ese ayuntamiento que se vuelca en el evento, felicidades a todo el que vino, y se fue feliz porque ese era el mayor reto de todo un pueblo.

Ser felices.
En casa sin novedad

Manuel Martin  (MAMU_56)

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