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En casa después de 2148 kilómetros este último fin de semana, desde Castellón, a la Extrema y dura, pasando por la larga y ancha Castilla (sin matiz sarcástico) con rectas casi hasta el infinito y con un viento pasando por Tomelloso que me hizo salir de la autopista por que la  Transalp  como velero al viento se escoraba hacia todas las verticales posibles y no queríamos irnos a pique, tanto fue así que intentamos refugiamos entre los arboles de la carretera  E-903 que mitigaban un poquito el infernal viento, siguiendo por la CM-4124 hasta las tablas de Daimiel que este año no tenían mucha agua pero como siempre el parque natural precioso aunque los arboles y los juncos parecían formar una coreografía abstracta al cielo azul del día con banda de sonidos de viento y las azules aguas bailando al son de sus pequeñas y rizadas olas.
Nos desviamos a Malangón y de ahí a Piedrabuena, ¡si ¡ sé que es un rodeo de los buenos pero el viento ya no soplaba  demasiado y nos pudimos relajar un poquito y ya por la N-430  sur de los montes de Toledo y con el Guadiana a nuestra derecha que se esconde y vuelve a parecer como bien lo dice el dicho nos adentramos por una carretera que cambia el pavimento mil veces pero es ruta para moto por excelencia, un consejo para aquellos que hagan esta ruta con motos de poca capacidad en el depósito o bien en Ciudad Real o en Piedrabuena poner el depósito a tope por que luego brillan por su ausencia hasta Herrera del Duque si no recuerdo mal.
Luego ya en el cartel que delimita la Extrema y dura y la mancha es como rodar por casa, es recordar cada curva y cada paisaje, los genes parecen que se revuelven en el interior del cuerpo y sientes que todo se renueva con el aire puro de las dehesas,  ves los animales pastar con una alegría  de libertad que para sí quisieran muchas personas, el entorno ya esta poniéndose  verde esmeralda salpicado con  esos colores morados y rojos, con sus jaras verdes y sus cerezos en plenitud de floración como si fueran trajes de gasa de seda blanca en novia  con diseñador de cielo, 
Ya en Alcollarin lo primero es parar a visitar el lugar donde está la puerta que da paso al cielo y que mi mami descansa hasta la eternidad, la venero, la quiero, y la necesito tanto como el respirar no hay hora del día que no me acuerde de ella, pero sé que haya donde este nos cuida y se ríe de nuestras cosas que cada vez que en una curva se me acumula el trabajo esta ella ahí para echarme una manita, riéndose de cuando se subió a mi Derbi y nos fuimos al suelo por decirle que me soltaba de manos, cuantas veces me lo recordaría en vida, recuerdo que su ilusión era que cuando mi padre se jubilara ir a ver al papa al Vaticano en vespa, no pudo ser pero seguro que San Pedro alguna vuelta le dará en vespa por esas eternidades de Dios.
Y bajando a lo terrenal el sábado quede en el puerto Serranillos nombre también del pueblecito que deje a la subida del puerto provincia de Ávila y anteriormente  Mombeltrán con un castillo precioso en pleno Gredos con los amigos Meca, Patiño, Ruben y Javi Chae , cuando llegue hacia poquito que ellos ya estaban en la cima, los saludos de rigor con personas que ya son como familia las fotos y vuelta para bajo larga, estrecha  e increíble carretera, no me voy a extender mucho con la crónica pero subimos puertos de todas las clases, entornos y valles donde los suspiros son como sueños, los amigos, la naturaleza, hace que el tiempo pase como un suspiro,  Serranillos, Pico, Menga, Peña Negra, Tornavacas, el parque sierra de Gredos, entre otros puertos fueron los kilómetros de la felicidad, la comida fue en  Piedrahita con otra pareja amiga  (perdonar no recuerdo vuestro nombre), la comida perfecta y la sobremesa mejor.
De ahí ya nos dirigimos hacia Plasencia y pasar por El Parque nacional de Monfrague, el sol se perdía por el Oeste como solo se pierde en las lomas de la Extrema y dura, detrás de los alcornocales, robledales y encinares que pueblan sus entrañas y su piel, con los amarillos lirios y la orquídea de Almaraz, el ocaso en la Extrema y dura es un espectáculo como una paleta de colores de pintor bueno, con anaranjados rojos, de violetas con amarillos de soñar despierto viendo el infinito arder, todo un placer para los sentidos entrando por los ojos como luna llena de mayo.
Seguimos hasta Zorita donde los dos buenos amigos cordobeses, Meca una persona increíble nacida para ser buena persona, ojala nos hubiésemos conocido antes por que hubiésemos hecho miles de kilómetros juntos.
De Patiño poco puedo decir lo conozco de dos veces pero creo que siendo andaluz y amigo de Meca tiene que ser también persona de bien.
Llenaron el depósito y nos despedimos hasta la próxima, yo me quede en Alcollarin , aunque mi intención era irme con ellos, pero mis ojos por la noche dejan mucho que desear
 El domingo se fastidiaron los planes por  que quería subir hasta el norte pero el agua y más agua, ya en Madrid me lo advertía en forma de gotas en la visera del casco, subí hasta Guadalajara pero    tuve que cambiar los planes y baje hasta cuenca y coger la autovía  Madrid/Valencia por que el agua ya era diluvio, los últimos casi 600 kilómetros con el líquido elemento en el casco con gafas es fastidiado así que opte por lo fácil y para casita, llegue a las 20´45 horas a Dios gracias.
Quisiera dar las gracias por la compañía de mis amigos, el sábado fue genial, algo que no olvidare , me sentí bien, hoy buscando estas letras lo recuerdo y me siento feliz, contento y alegre , esto es el verdadero espíritu de una persona que hace kilómetros, no me gustan las palabras que definen este mundo ni el postureo que existe, ni vespero ,ni vespista, scooterista, ni motero ni nada de nada, este mundo de las dos ruedas es tan grande que se puede definir solamente con una palabra.   AMISTAD.
Ser felices
En casa sin novedad.

Manuel Martin (MAMU_56)

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