decidimos José y señora y un servidor e Isabel , bajar al garaje y montar el sidecar y la niña bonita  en el carro y marcharnos a almorzar con los valientes "si los había"... y los truenos ya no se escuchaban, y cuando abrimos  la puerta que da a la calle  había un sollllllll que invitaba mas a ir a la playa que con la vespa ¡¡¡increíble¡¡¡ , entonces pienso, que por eso la suelo  llamar la Extrema y dura.
Costo llegar a la vendita cafetería donde algunos valientes ya estaban ataviados con sus mejores galas para el agua, más bien parecía un pase de modelos de carnaval jejeje porque aunque parezca mentira ya empezaba otra vez el agua, pero el almuerzo  seria  lo primero que haríamos, y a fe que  no estuvo nada mal con sus migas y churros incluidos, al igual que la cena del sábado que nos ofreció la directiva Vespcanallas, perfecta y abundante, con las viandas de la tierra.
Se acercaba la hora de la salida y hubo algún que otro retoque en el programa a causa de la incesante lluvia que el sábado tarde/noche y aunque el domingo, empezó como el diluvio universal al final nos respeto lo suficiente como para disfrutar de la vuelta hasta la encina La Terrona árbol centenario de la especie Quercus ilex que se encuentra en el término municipal de Zarza de Montanchez, provincia de Cáceres (España). Está considerada la encina más grande de la Península Ibérica y posiblemente de Europa. 
La edad estimada de este espécimen es de 800 años, destaca por la belleza de su estructura y por su prodigiosa biometría. Su altura es de 16,50 metros; la copa, ancha y muy irregular, presenta un diámetro máximo de 28 metros y el perímetro del tronco es de 7,80 metros a 1,30 de altura.
Os aconsejo que todo el que pueda ir a visitarla en un entorno típico de la Extremadura verde de estos meses no se pierda esta belleza de la naturaleza, otro monumento más, aunque este natural que da esta bendita tierra de contrastes.
Seguidamente nos ofrecieron un pequeño ágape en el bar  San Miguel de Zarza de Montánchez, donde nos hicimos la foto de grupo, aquí José y un servidor decidimos bajar nuestras monturas del carro y por lo menos acompañar a los compañeros hasta la comida en el Cortijo Torrealba, y os aseguro que fue todo un autentico placer sentir ese aire puro de la mañana extremeña con esos olores característicos de sus tierras y sus mil y una flor como autentica alfombra de mil colores, como en manantial nacidas por la cantidad de agua que brota por cada rincón de la extrema y dura, por sus regatos, sus ríos como una simbiosis de vida que terminan en sus pantanos al borde de rebosar como pulmones al respirar la vida en dos segundos.
En el cortijo tendríamos una  sorpresa en la plaza de toros encharcada como los mejores campos de futbol para que el balón corra, en este caso lo llamaron "una pequeña Vespcapotada".
Pero la crónica de esta Vespcapotada podría ser esta. Plaza de Toros de Cortijo Torrealba, en tarde nublada y y sin sol, da comienzo la segunda de abono de la feria de San Jorge, con más de media plaza y reses de la ganadería Vespcanallas. Los diestros actuantes esta tarde él y ella (anonimato por los anti), Gran faena la realizada por la pareja a dúo, la vespa campo su primer toro de dos ruedas con el capote de recibo ha estado muy ajusto toreando por verónicas y rematando con media chicuelina, en el caballo le dan poquito para mantenerlo un dos ruedas flojo pero noble y con muy buenas embestidas por ambos pitones con la muleta se gustan y gusta a la plaza que enfervorecida gritaban ¡¡toreros, toreros¡¡ está en todo momento con ellos. Tiran de repertorio de torería gustándose él y ella y al público. Torean muy despacito intenta mantener al toro en pie con lo cual lo consigue. Mata de media estocada, dos orejas y el rabo se escapo, pero salieron en hombros y por la puerta grande.
Luego la comida, el sorteo (a José le toco el jamón) y la entrega de premios en el restaurante Taureg perfecta, la cordialidad y la sensación de estar en casa en todo y cada momento por la simpatía y la cercanía que mis paisanos dan a todo aquel que se acerca por estas tierras.
No quisiera dejar en el olvido y sobretodo dar las gracias a todas las personas sin acepción de esta salida por que más que amigos parecían familia, gracias por hacernos sentir parte de vosotros, gracias a la directiva de este gran club como son  Vespcanallas, a su presidente representando a la totalidad de ellos.
También gracias por darnos ese reconocimiento que ya está colocado en un lugar destacado de mi casa, GRACIAS.
Solo una pequeña puntualización, como veréis no pongo nombres en esta crónica de ningún miembro del club, no quisiera que alguna persona se sintiera ofendida por no incluir el suyo, mi cabeza no da para más, y os aseguro que todos estay en mi corazón, nuestro corazón.
En casa sin novedad.
Ser felices.
Manuel Martin (MAMU_56)    

 

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