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Hacía tiempo, demasiado tiempo, ¡¡creo ¡¡siglos en mil vidas que no cogía mi madrileña cuando el sol toda vía entre sabanas en colores de blancos y negros dormitaba con sueños del mañana, 
Hacía tiempo, demasiado tiempo, ¡¡creo ¡¡ que no notaba ese aliento fresco que solo la madrugada envuelve los recuerdos que poco a poco acumulas con el paso de kilómetros por carreteras donde la oscuridad se desvanece con el ir y venir de luces que como orgia de  luciérnagas en la intimidad y como por arte de magia y escondidas en su amor amar de los primeros rallos de la mañana  con sus mejores luces, y  al alba tomaran el fino filo que conduce hacia el cerro mientras aparece en su momento más intenso la claridad de la ralla que separa los carriles entre la derecha y la izquierda, y mientras la Madrileña se va desperezando como niña traviesa con el ir y venir de los arboles, luces que se apagan como por arte de un chasquido de dedos y sin apenas darnos cuenta nos acercamos a Ontinyent, a orilla del río Clariano y capital de la comarca del Valle de Albaida.
Nos dirigimos donde hicieron las primeras concentraciones los amigos del Club Vespa Ontinyent en la explanada del Centro Comercial El Teler, hace ya algún año, y como siempre nos reciben con su habitual sencillez y amistad, van llegando los amigos y conocidos poco a poco y nos ofrecen un almuerzo con mucho "tronio" que diría algún andaluz que yo conozco, mientras... las charlas de rigor y el buen ambiente dentro del pequeño recinto se sucedían animadamente, luego la obligada pero deseada vuelta al pueblo y al recinto de nuevo donde unos irían a la piscina y otros nos quedamos con la cervecita fresca, para más tarde sumarnos a la comida, que por cierto fue perfecta y donde los amigos del club nos obsequiaron con algún que otro regalo de recuerdo que por su puesto agradecemos.
Lo que si observe que este año fuimos menos personal tanto en el evento en sí como en la comida, pero desde aquí quiero  dar la enhorabuena por que pasamos un día perfecto, y hasta se agradece que cierto personal en ocasiones se queden en casa, porque esto de las concentraciones vesperas, se ha convertido en una competición del (y yo mas), creo que contra menos personal mas intimo y mas amigos, con otra salvedad, que creo que no me gusta, y es que se pisen fechas por club no respetando las de otros que ya las tenían años anteriores, (esperemos que todo esto lo regule el nuevo Vespa Club de España, y lo digo sin acritud).
Creo que me quedaron algunas cosas en el tintero, pero es tarde y las letras se marchan lentas y paulatinamente como hilera de hormigas de mi mente al limbo de mis sueños, pero no quisiera despedirme sin dar las gracias por su bien hacer, su amistad y su hospitalidad  a los amigos del  Vespaclub Ontinyent, Gracias, hasta el año que viene si Dios quiere.

Ser felices
En casa sin novedad
Manuel Martín (MAMU_56)

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