Hacia muchísimo tiempo que no me divertía tanto en una salida de kilómetros y con puntos de paso en el recorrido, increíble y felicidades a la organización y a cada uno de sus miembros por el trabajo bien hecho por todo el Moto Club Manresa en esta Rider 1000, salida desde Manresa y día maravilloso de kilómetros y paisajes por la alta Catalunya y Aragón... ver increíbles MOTEROS, en mayúsculas con conducciones al límite de lo perfecto manejando una moto de gran cilindrada sin alardes ni grandes esfuerzos, daba gusto verlos pasar y hasta en ocasiones disfrutar algunos kilómetros detrás de ellos con la Madrileña haciéndose grande detrás de estos monstruos de cilindradas mil .
Nos dieron la salida a las 11´15 horas, con los nervios por dar gas y ver más lejos que el parabrisas de la Madrileña, y ya metidos en plena salida nuestra primer control era en Cambrils (Odèn) en la comarca del Solsonès, precioso el entorno y según nos adentrábamos en el Coll de Boixols de 1380 metros el paisaje verde y el olor a pino y el aire puro hacia que los pulmones se abrieran como ventanas al infinito del paisaje,  la carretera estrecha pero bien cuidada, la Madrileña  estiraba y se comportaba como caballo de carrera en estos primeros kilómetros después de haberla cambiado la bujía en el primer control  por una más fría porque preveía que el día seria calentito (como fue) y mejor prevenir, así que ya en busca del nuevo control de paso y bajando el Coll de Boixols me adelanta una BMW 1200, os doy mi palabra que los kilómetros que fui detrás de este Monstruo devora kilómetros fueron los mejores de todo el día, aprendí el significado de la elegancia de ir encima de una moto, vi el saber negociar curvas como si fueran nubes blancas de algodón, pude identificar desde la cercanía que me dejaba  a todo un señor pilotando una moto, intuí  que ese súper piloto llevaba una gran moto como si estuviera en el sillón de su casa, y  yo me sentí tan inútil viendo la elegancia con la que conducía que al separamos al llegar a un cruce donde ya la carretera era propicia para ir un poquito más fuerte y ahí la vespa pierde enteros, me note un principiante a pesar de los miles de kilómetros que llevo en mis años con motos, pero lo disfrutado solo viendo a este monstruo  que supongo que llevara miles de kilómetros a su espalda también y en su culo, valió ya casi todo el día esos momentos vividos, para mí fue arte en dos ruedas.
Daría el día para mucho mas por que el  L´alt Urgell en la provincia de Lleida  exigió a la vespa a estirarse un poquito más, el paisaje de pueblecitos  que parecían estar arropados por montañas como críos al calor del mandil de su madre se asomaban como balcones al desfiladero de la puerta de atrás, la carretera estrecha y serpenteante con viseras de piedras enclavadas en la roca para dar un ancho que por el otro lado no existía y que puedan pasar  dos vehículos daban un toque pintoresco y de inseguridad en algunas de esas curvas de herradura que más bien parecía que te engullían dentro de sus fauces de piedras, de nuevo negociamos otro puerto el Coll de Faidella de 1250 metros en el término municipal d'Abella de la Conca, del Pallars Jussà. en plena sierra de de Carrànima y la bajada hasta  Isona, donde cogeríamos la rotonda a la izquierda para pasar por Tremp donde haríamos el primer repostaje, dejaríamos a la izquierda y unos kilómetros más adelante el Parque astronómico del Montsec con su presa de agua verde como verde mar,  pasaríamos sus túneles enclavados en la roca  antes de St. Pere d´Arger y Balaguer  aquí ya empezaban las viñas que tan famosa hacen la comarca, antes de llegar al siguiente control que pasamos sin ninguna incidencia, pero que algunos ya expresaban su incredulidad por ver la Vespa siempre en cada control.
De aquí pasamos directamente a la provincia de Huesca, pasando por Almatret y nos dirigimos hacia Flix por la C-45 donde reposte nuevamente la carretera perfecta al igual que la tarde  para seguir rodando y disfrutando hasta llegar al antepenúltimo control en La Torre D´Espanyol que paradójicamente estaba coronada por una enorme estelada, simplemente me  sonreí al ver tal improperio y desfachatez, porque ¡¡pensé que algo no cuadraba, o el nombre o la bandera no estaban en su sitio, pero bueno mi misión era estampar el cuño y salir hacia Prades,  y adentrarnos en el Priorat comarca a caballo entre el Campo de Tarragona y las Tierras del Ebro, que limita con las comarcas del Bajo Campo, la Ribera de Ebro, las Garrigas y la Cuenca de Barberá , conozco estas zonas de haber venido algunas veces a la salida que desde Tivissa  hacen amigos para recorrer esta comarca de buenos vinos y mejores personas , dejamos atrás el parque natural de la sierra del Montsant y el coll d´albarca con 774 metros  y llegamos al penúltimo control en Prades, se le conoce también como Vila Vermella (villa roja) por la piedra arenisca de color rojizo que caracteriza parte de sus edificios, se agolpaban las motos para sellar rápido, y salir rápido  a la Guardia Lada último de los controles antes de llegar a Manresa de nuevo.
La tarde ya daba sus últimos rayos de sol cuando llegue a la Guardia Lada, y salir con la rapidez que da la Madrileña para que las ultimas luces del día nos ayudaran los últimos  ochenta kilómetros de esta salida en la que las sensaciones fueron maravillosas  e increíbles en un día para recordar y sacar algunas conclusiones en este evento, los kilómetros pasaron rápido sin embargo fui regulando mucho la velocidad, quería llegar y no quedarme con la miel en los labios, la madrileña perfecta, como siempre, y yo pensando en todo lo disfrutado y con algunas ideas sobre lo vivido.
Los cañones de luz que pusieron la organización  a la llegada a meta apuntando al cielo se divisaban a lo lejos como faro en alta mar para guiarnos a buen puerto y a Dios gracias llegamos a ese arco de luces y bienvenidas mil, de suspiros y satisfacción de haber cumplido otro sueño. Luego los reconocimientos con una buena cena y el pin conmemorativo ganado con alegría,  y me gustaría terminar estas letras con un poema del poeta  Antonio Machado  que dice así....

 

 

 

 

 

 

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
No fue andando, pero la Madrileña corrió esos caminos llevando mi ilusión a cada kilometro por estas tierras de Dios de la Cataluña Española.
Ser felices
En casa sin novedad.-
Manuel Martin (MAMU_56)

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