Me encontré extraño,  pero a la vez deseoso de sentir sensaciones ya casi olvidadas con y en mi madrileña, mi vespa" me conoce" más que yo mismo, por eso desde el momento que se puso en marcha note que quería sorprenderme y  a fe que lo consiguió, la note como cuando una mujer te coge para bailar un tango que es mucho más que un baile  y quiere ser ella quien lleve el ritmo “El tango es como un encuentro erótico” que te embruja con su mensaje de movimientos y contoneos en cada curva, es como si la Madrileña y yo nos adaptáramos a  la música de los kilómetros y al movimiento del viento,  y  me deje ir como amante amigo de miles de kilómetros bailados juntos, deseoso del ver hasta donde quería llegar, y la pase el brazo por debajo de su cintura de avispa y como si llevase el pelo engominado y la sonrisa canalla, acompañe a la señora hasta su silla e, inclinándome, le bese la mano.  Y ella con su sonrisa azul descanso , hemos llegado a Benicarló sin apenas darnos cuenta, fue tan corta la melodía de los kilómetros que se pareció a un sueño  que no recuerda como empezó.
Ya en la plaza, delante de la iglesia se notaba la algarabía de un día de fiesta, las demás vespas aparcadas como si de un regimiento militar se tratara firmes y mirando todas hacia la derecha, ¡¡bueno¡¡ algunas como en todo desfile tenían el paso cambiado pero no por eso se perdían la belleza de sus figuras expuestas al sol , y luego el ritual de siempre saludos y abrazos a los siempre conocidos y amigos, el suculento almuerzo que nos brindaron los amigos del Scooter Club Baix Maestrat, sin faltar el cremaet de rigor, vuelta cortita por el termino  y otra vez a la plaza a exponer para curiosos y vecinos del lugar los tesoros que cada cual  tiene guardado como oro en paño ¡¡es curioso¡¡ pero no hay vespa fea, incluso dos iguales siempre se distinguen en algún detalle -
Después de la mascletá de las dos, nos fuimos a comer los que quedábamos al restaurante de turno, por supuesto no podía faltar la alcachofa en el menú, las charlas, el buen humor de los amigos verdaderos, de las risas sinceras, del recordar a aquellos que se fueron este año y que seguro estaban entre el olor y  humo de esa mascletá que me pareció  más intensa  bonita que otros años.
Y por ultimo quisiera dar mi opinión del evento que creo se le puede sacar más partido a esta fiesta  fallera/vespera Vinarocense, solo tendrán que ponerse de acuerdo en el club porque el entorno y el termino es precioso y se tiene que enseñar al que de fuera va.
 Luego no quisiera dejar en el tintero lo que quisiera explicar  y se me pueda entender bien, se lo tomen como quieran tomárselo "ciertos club", como comprenderéis me la trae floja a estas altura de mi vida lo que puedan decir de este comentario ciertos personajes o personajillos, que pululan por este mundo,  porque en este evento no vi representación alguna de los distintos  clubs de la provincia y limítrofe como es Tarragona, y me dio pena por estos amigos que se lo trabajan como pueden porque son un club pequeñito y con recursos ínfimos, ¡¡pero ¡¡" los grandes clubs " se ven en estos momentos cuando se tiene que ayudar, luego sí que quieren y piden que se desplacen "a sus" grandes eventos, y les llaman y les mandan propaganda y el cuanto te quiero, la palmadita en el hombro, la sonrisita de caimán,  cuando te gastas tus euros (que no son pocos) en los de ellos. Me dio pena verlos tan solos, pero mejor solos que con la hipocresía rozándonos toda la mañana.
La vuelta hacia casa ya entrada la tarde la hice entre el mar y la sierra de Irta, 12 kilómetros de costa libre de edificaciones, de olor intenso a mar con multitud de calas que conforman el paisaje litoral de la sierra de Irta, algunas de arena, y otras de cantos rodados como cala Argilaga o la Cubanita , con la vegetación mediterránea por todos los lados,  camino de tierra en ocasiones en mal estado hasta Alcocebre, el sol ya se ponía con sus rojos y anaranjados colores, el olor a mar se acrecentaba con el atardecer, mi vista puesta en imágenes que mi mente guardaba para el recuerdo, el eterno mar,  los serpenteantes caminos hacia cualquier lugar de la sierra de Irta, se alejaban cuando me adentro en la N340, para llegar a Castellón, y ver a mi mami, un ratito, luego para casita ya de noche cerrada con  los recuerdos del día fresquitos en mi memoria.
En casa sin novedad
Ser felices
Manuel M  (MAMU_56)  

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