Pero hoy voy a dejar pasar los detalles de esta reunión y desearía poder explicaros la ruta que hice por la tarde, donde me gustaría que sintierais mis sentimientos encima de una vespa, por que era una tarde de otoño donde los sentidos se multiplicaban por millones de vivencias. Según la Real Academia, este mes es la forma preferida en el uso al culto,y mi culto terrenal por antonomasia es hacer pasar los kilómetros poquito apoco y en ocasiones, con excesiva parsimonia encima de una Vespa, cosa que tenía que estar reñida con mi permanentemente estado acelerado de mi forma de ser y vivir, por eso deseo aprovechar mi forma de ser activa y queriendo abrir mis ojos para empapar cada kilómetro que dejo atrás como mi respirar por ver, y que quedan entre mis sentidos como espíritu del enamorado que no le pertenecen,sino que quedan en la persona amada,……… en este momento seria la carretera mojada, el olor a tierra como un beso de sacudidas del otoño dorado en el corazón de la Sierra de Espadan, donde el sonido de la lluvia tímidamente descendía por las laderas verdes y arropadas con mantos de hojas de colores como el oro en tierra mojada, hierba húmeda, de agua que da la vida, son las sensaciones que experimentaba según me adentraba en esta sierra de luz rojiza diferente y mágica con colores anaranjado, rojo pálido entre alcornoques, pinos, brezo y un mundo de flora  verde donde un águila perdicera aya en lo alto volaba libre con sus alas  desplegadas como marcándome el rumbo por donde ir con guiños de amistad, y empieza de repente a cambiar el paisaje, a olores ... con luz intensa, con montañas mas abruptas,con valles mas lejos que la vista llega pero se que están hay, y entre curvas enlazadas y giros cerrados van pasando los pueblecitos, Almedijar, Ain, y en Artesa cojo el desvío hacia Fuentes de Ayodar donde termina la carretera, ¡me tengo que dar la vuelta¡ pero recuerdo que en una ocasión con la Yamaha recorrí un camino de tierra hasta Torrechiva para enlazar con la cv-20, ¡por fin¡, después de estar buscándolo un buen rato lo encuentro y me adentro poco a poco, ¡lo asfaltaron, milagro¡  y me paro un momento en la Fuente la Paciencia le llaman así por lo escaso de su caudal, aunque su agua es de calidad y finísima, da gusto apagar la sed en un lugar donde el silencio fuera ese lugar donde la belleza vibra y la sensación de libertad se acentúa en cada poro de mi ser, y quisiera deciros venid con migo que vamos a un lugar donde no hay tiempo, sólo seremos nosotros, me estremecí con el atardecer que ya empezaba a salir entre montañas con olor a paz, mi corazón restaurado pronto recordó esa sensación que desde la libertad yo sentía, y me dejé deslumbrar por su majestuosidad del momento y mi cuerpo y mis sentidos comenzaban a sentir esa sensación de plenitud radiante de vida y deseos del vivir como cuando te invade una tranquilidad infinita…y aspire lo mas fuerte y hondo que pude, como queriendo retener en mi interior por siglos este hermoso momento en un otoño dorado.


No me hubiese ido de este edén en soledad, pero el día se marchaba y no quería que la noche me atrapara con su manto abstracto y su mirada oscura por estos caminos de Dios, tras una hora larga de camino, pero nunca aburrida llegue a Torrechiva hay estaba la cv-20, ¡perfecto¡no me había equivocado y menos mal, por que la gasolina ya estaba en las ultimas, la noche ya cerraba las puertas del día y yo como en una nube, de olores, de recuerdos, de sensaciones expresados en sentimientos a lomos de una Vespa encaminándome hacia mi refugio cual guerrero después de una largo  y arduo día de vivencias el cual no me ha defraudado en absoluto, al contrario, cada día que pasa me gusta más el intentar contaros mis kilómetros en Vespa, solo quiero, espero y deseo que a través de mis “escritos” viváis  y deseéis el mundo de la vespa, por que eso significara que seréis un poquito mas felices.



Ser felices


Manuel M (MAMU_56)

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